Tras mucho caminar llegué a Lucero del Alba, durante el viaje, como tenia tiempo me paré de vez en cuando a contemplar las hermosas vistas que me rodeaban. Este poblado me recordaba mucho a la ciudad en la que viví, había pobreza.
Entre a la primera casa que vi, me atendió un hombre muy simpático.
"Bueno días señorita, ¿qué le trae por aqui?"-Dijo el hombre.
"Vengo buscando a Ione, ¿sabes si vive aqui?"-Pregunté.
"Oh Ione, por supuesto esta en el piso de arriba"-terminó.
Subí la escaleras, y encontré a una señora mayor.
"¿Ione?"-Pregunté algo insegura.
"¿si?¿quién me llama?"-respondió ella.
"Me han dicho que usted, anda buscando alguien para que actúe en el teatro de la ciudad"-Afirmé.
"Así es querida, ¿te interesa verdad?"
Asentí con la cabeza.
"Mañana cuando amanezca preséntate en el teatro, allí estaré yo"
Me marché.
En el camino de vuelta
me encontré a un pobre gato, parecía hambriento, estaba en los huesos, sentí tanta lástima que no fui capaz de irme y dejarlo ahí sin más. Decidí llevarlo a mi casa y darle de comer. Después lo dejaría ir.
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