Nada más llegar, me quité la mochila, y fui a la cocina, allí cogí un cuenco, lo llené de cereales y lo dejé en suelo.
El gato no tardó en venir y se lo comió todo no dejó ni un solo cereal. Ahora tenía que dejarlo marchar.
Había empezado a llover, ¿cómo iba a dejar al gato fuera mojándose y yo calentita en mi casa?
Desde muy pequeña me han gustado los animales. No soy capaz de abandonarlo, le dejaré vivir conmigo temporalmente.
Al día siguiente me levante muy cansada, apenas dormí.
Me puse algo más apropiado y marché al teatro.
Cuando llegué ella ya estaba allí esperándome, apenas me dijo nada, me entregó el violín y me dijo que entrara deprisa que llegaba tarde.
La actuación fue un completo desastre, no tenía ni idea de como tocar ese instrumento, ni si quiera como cogerlo. Me di cuenta que lo único que quería esa mujer era ganar dinero sin importar que la actuación fuera buena. Me entristecí bastante al oír los abucheos y la críticas, aunque sabía que tenían razón.
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